martes, 24 de agosto de 2010
Encuentro de Artistas Visuales en Otusco
Las calles empinadas y empedradas es lo primero que recuerdo de Otusco durante mi primera visita. Tejados rojizos palidecidos por la intensidad del sol se elevaban entre apretadas y gastadas avenidas, también los aguaceros que se desatan durante épocas de lluvia, registra un pueblo eminentemente andino -sierra liberteña- .
Esta aventura de trasladar el arte citadino a parajes de altitud considerable se ha adueñado del fervor de Alfredo Melly Cava, Otuscano de nacimiento y de espíritu. El Estribo, casona colonial restaurada en pleno centro de esta ciudad se preparó para albergar este importante evento cultural, actitud que se mantendrá de modo consecutivo.
La postergación del arte en la periferia de las grandes ciudades, siempre va acompañada de un desgano colectivo, pero este aletargamiento debe sacudirse para dejar ingresar en nuestras retinas la importancia que tiene esta exposición de artes visuales. Otusco, siendo uno de los centros primordiales de nuestro territorio peruano, ahora se define como una opción a los diversos artistas de nuestro medio nacional. Con esta muestra se apertura una gama de acciones artísticas con el propósito de enaltecer esta tierra de paisajes fabulosos y de hombres ilustres.
Trasladarse de escenario cultural en nuestra región permite que las manifestaciones culturales se enriquezcan en las diversas provincias de La Libertad.
Otusco, ahora se constituye en nuestro interés por ser la zona andina más cerca de Trujillo, además, por la gran importancia religiosa y el peregrinaje dotado de innumerables fieles cada mes de diciembre. La Virgen de la Puerta, significa dentro del concepto religioso una de las actividades más favorables de nuestro departamento y, vemos llegar cada año una cantidad formidable de turistas y feligreses que aglomeran la ciudad convirtiéndola a Otusco; Capital de la Fe.
En estas circunstancias nace esta alternativa de convertir a Otusco en una luminaria cultural descentralizada y de permanencia artística, es decir, las diversas propuestas que nacen a partir de esta primera actividad, significa un reto fundamental en acercar a los visitantes en un público familiarizado con la cultura de nuestro país. Una responsabilidad que tiene este primer encuentro de artes visuales y de Alfredo Melly Cava, es la de mantener de manera permanente exposiciones de arte, presentaciones de libros, representaciones teatrales y expresiones musicales.
Los 17 artistas visuales que participan en esta invalorable etapa inicial mantienen un recorrido artístico profesional y una experiencia que sobrepasa toda frontera, enalteciendo con su presencia esta exposición colectiva en Otusco: Pío Ángel Muñoz, aun mantiene sus imágenes féminas bajo soleadas campiñas costeras y, una coloración encendida que comulga con el frenético temperamento de este experimentado creador. Víctor Montenegro Burga, inserta nuevos elementos móviles en espacios marinos, la insistencia de las antorchas y cometas identifica una particularidad aun transitoria. Manuel Miranda Parreño, no se inmuta de los cambios ajenos a su observación, sin embargo minucioso con su pintura. Carlos León Cruz, la transformación de la figura en una pieza casi escultórica se envuelve y se camufla sobre fondos neutros. Wilo Vargas Morales, con buen sentido de la línea, aborda filamentos de color para configurar la forma. Flor Loyola Yta, aun saludable con esa propuesta que no colma sus intereses. Tania Castro Fernández, sus personajes impresos sobre telas crudas han cambiado de lugar y ahora divisa el espacio a su antojo. Carolina Carranza Calvo, tentativa pero con aproximaciones plásticas. Luis Arangurí Carranza, dotado de un dibujo que le sirve mucho en sus nuevas estructuras morfológicas. Germán Villanueva Ruiz, inquieto, alarmante y honesto con su trabajo Alfredo Cuba Contreras, Kalimán es el más ingenuo del grupo y con una laboriosidad increíble que advierte la textura con buen ojo. Juan Collantes Castañeda, trae consigo un valioso aporte por los materiales y, la ejecución de su grabado queda marcada por la disciplina de esta técnica. Julio Ñiquen Cumpa, sublimiza sus personajes bajo un escenario candoroso y un esfumado que controla muy bien. Carlos Rodríguez Rodríguez, dedicado a la preparación de alumnos en talleres de arte, nos otorga sencillamente parte de su tierra, Otusco. Humberto Jiménez Medina, de trazos aligerados y de cuerpos flácidos categoriza figuras de apariencia frágil. Zuller Carrillo Esquivel, no recuerda donde queda su trabajo aun tentativo entre la neofiguración y la ejemplaridad de obras realistas. Pablo Ramírez Vega, el fulgor del color vive impregnado en la mirada de este pintor joven.
Como podemos apreciar Otusco es nuestra visita obligada durante todo este mes. El clima aun se mantiene en estado térmico y los casi 2600 metros de altura nos observa atento junto a la mirada de nuestro entrañable Teódulo (Toto) Gamboa Loyola.